Más allá de ser una campaña o un programa de responsabilidad social, la protección y preservación del medio ambiente se convirtió ahora en un gran negocio para las empresas (públicas y privadas).
Dicho en otras palabras, ‘jugarle’ limpio al ecosistema puede representarles varios ceros a la derecha a las organizaciones. El año pasado, por ejemplo, se transaron US$125.000 millones a escala mundial en el mercado de bonos de carbono. Pero como en Colombia casi todo llega tarde, el negocio del medio ambiente aún es muy incipiente y todavía pocas empresas le están apostando a esa actividad. En Cali hay algunos casos.
El negocio consiste en reducir emisiones de gas carbónico (CO2) y venderlas a empresarios internacionales. Para tal fin cada compañía se propone disminuir una cantidad determinada de contaminación y lo hace a través de un proyecto que se llama Mecanismo de Desarrollo Limpio, MDL.Una vez definida la iniciativa y obtenidas todas las aprobaciones la firma recibe un Certificado de Reducción de Emisiones, Cert, (conocido como bono de carbono o verde) que luego se transa en fondos internacionales que operan de manera similar a una bolsa de valores.
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